La nube y sus ventajas: el ahorro.
Como comentamos en el post anterior sobre qué es la nube, hay mucha confusión en torno al concepto. Y las ventajas de su adopción no se quedan fuera de esta confusión.
En general, cuando hay una evolución en un proceso, su implantación trae consigo más beneficios que inconvenientes. ¿Por qué iba a ser diferente con la nube?
En esta ocasión, queremos explicar los beneficios de su implementación desde el punto de vista económico y de ahorro, centrándonos en la nube pública, que es aquella que está disponible para el público en general y la gestiona un tercero.
¡Vamos allá!
No existe inversión inicial.
Antes de la nube, la implantación de infraestructuras de TI suponía una elevada inversión, por ejemplo en centros de datos para almacenar toda la información de la empresa. Esto disparaba el coste de los proyectos, ya que no solo había que implantar, también había que gestionar y mantener.
Con la nube, toda esta infraestructura se encuentra en las instalaciones de la empresa proveedora del servicio, que se encarga de gestionarla y mantenerla, minimizando el uso de recursos destinado a la inversión en TI, no sólo a nivel económico, también humano.
Flexibilidad.
Tradicionalmente, la planificación de los recursos de TI suponía un quebradero que cabeza para los responsables del departamento. Había que provisionar muy bien los recursos y anteponerse, por ejemplo, al aumento de la plantilla para minimizar el impacto en los flujos de trabajo. Con toda la inversión que ello conlleva.
Actualmente, las empresas que operan en un entorno Cloud no tienen que preocuparse por ese problema. Pueden dar de alta y de baja a usuarios con un simple click, ahorrando tiempo y recursos propios.
Control del gasto.
Antes de la aparición de la nube, era complicado valorar la inversión en infraestructuras, no sólo por la incertidumbre que suponía los rápidos avances en la tecnología, también porque había que amortizar dicha inversión.
Gracias a la nube se puede controlar sencillamente qué se está gastando todos los meses en infraestructuras ya que se paga por usuario y servicio ofrecido. Esto hace que la factura mensual se simplifique y el departamento financiero pueda tener un mejor control de los gastos destinados a esta partida.